Primer coche eléctrico
A muchos automovilistas les resulta difícil comparar las prestaciones de los coches y crossovers convencionales. Aunque algunos, como la potencia y el par motor, se trasladan al nuevo mundo de los vehículos eléctricos, hay varios términos nuevos con los que, al menos, querrá familiarizarse cuando compre un modelo nuevo o usado alimentado por batería.
Se trata de una unidad de almacenamiento eléctrico en la que la energía química se convierte en electricidad y se utiliza como fuente de energía. La normativa federal obliga a los fabricantes de automóviles a cubrir las baterías de los VE en garantía durante al menos ocho años o 160.000 km (lo que ocurra primero). Véase también Batería de iones de litio.
El proceso de recargar la batería de un vehículo eléctrico con electricidad; esto puede hacerse en casa a través de una toma de corriente estándar o una línea de 220 voltios, o a través de una estación de recarga pública o en el lugar de trabajo.
Abreviatura de «vehículo eléctrico», se refiere a cualquier medio de transporte que utilice uno o más motores eléctricos alimentados por una batería recargable para su propulsión. También se llama BEV, por «vehículo eléctrico de batería».
El futuro del coche eléctrico
La introducción de vehículos eléctricos (VE) es una forma de reducir significativamente las emisiones de los automóviles -si se combina con una transición a un sistema de electricidad renovable-, ayudando así a los países a cumplir sus objetivos climáticos y de calidad del aire. Numerosos gobiernos de todo el mundo ya han aplicado o están estudiando medidas para acelerar la adopción de los vehículos eléctricos.
Este estudio, encargado por Greenpeace, analiza una serie de medidas existentes que tienen un impacto directo en el aumento de la adopción de turismos eléctricos con respecto a 1) la eficacia general de las medidas para incentivar la compra de VE; 2) la facilidad para administrarlas; 3) la asequibilidad para los gobiernos; y 4) la coherencia con otros objetivos, principalmente con el objetivo de reducir el tráfico.
Esta infografía visualiza los resultados de la evaluación de diversas medidas de fomento del vehículo eléctrico. Especifica las medidas correspondientes e ilustra los criterios de evaluación. La infografía está bajo licencia Creative Commons CC BY-ND 4.0, es decir, puede utilizarse sin modificaciones, siempre que se mencione al autor.
Iniciativa sobre vehículos eléctricos
Europa tiene el ambicioso objetivo de convertirse en un continente neutro para el clima en 2050. Para alcanzar este objetivo, la Comisión Europea anunciará en los próximos años multitud de nuevas propuestas legislativas. Muchas de ellas se centran en la movilidad.
La Comisión Europea quiere que al menos 30 millones de vehículos eléctricos circulen por las carreteras a finales de esta década, lo que supondría un enorme aumento respecto a los 1,4 millones de vehículos eléctricos que circulan actualmente por las calles europeas. Alcanzar este objetivo exige una serie de normativas y objetivos que orienten a Estados, empresas y consumidores en la dirección correcta.
En la actualidad, la Unión Europea fomenta el auge de la movilidad eléctrica de múltiples maneras, desde presionar a los fabricantes de automóviles para que produzcan vehículos de bajas emisiones hasta apoyar el desarrollo de una amplia infraestructura de recarga.
El paquete de estímulo único de la UE, dotado con 750.000 millones de euros, incluye 20.000 millones para impulsar la venta de vehículos limpios, y para 2025 se instalarán un millón de estaciones de recarga de vehículos eléctricos y de hidrógeno. Además, muchos países están dirigiendo sus propias inversiones de recuperación económica nacional a la infraestructura del futuro: la recarga de vehículos eléctricos.
Crecimiento de los vehículos eléctricos
La autonomía de los coches eléctricos es un tema candente. Las cifras oficiales de los fabricantes de automóviles se basan en un ciclo normalizado que es igual para todos, igual que para los motores de combustión. Veamos más de cerca las siglas WLTP y lo que significan.
Hay mucho debate sobre la autonomía o el consumo de combustible o energía de los coches. A menudo, la discusión se reduce a lo «realistas» que son las cifras que dan las empresas automovilísticas sobre sus coches. Porque en el mundo real los conductores notan desviaciones respecto a los valores indicados. Sin embargo, estas desviaciones se deben a una serie de factores que no son del todo predecibles y que, sobre todo, escapan al control de los fabricantes de automóviles. La autonomía práctica de los coches eléctricos, o el consumo de combustible de un coche, dependen de una amplia gama de factores sorprendentemente variables.
Las empresas automovilísticas están obligadas a informar de la autonomía de los coches eléctricos o del consumo de combustible de los coches con motor de combustión interna según un ciclo estándar. Antes era el ciclo NEDC; actualmente se utiliza el ciclo WLTP o WLTC (la norma WLTP incluye el ciclo RDE en condiciones reales, además del ciclo WLTC de laboratorio). El nuevo ciclo se ha introducido principalmente para que los valores declarados de autonomía o consumo de combustible reflejen mejor la realidad que pueden alcanzar los conductores. Así, el WLTP utiliza velocidades más altas (hasta 135 km/h y una velocidad media global más elevada), es más dinámico y tiene más en cuenta el peso real del coche, entre otras cosas.