Vehículo eléctrico
Los coches eléctricos existen al menos desde 1834, mucho antes de que se inventaran los de gasolina. Desde el principio, se han enfrentado a los mismos obstáculos que hoy: autonomía limitada y falta de infraestructura de recarga. Pero las cosas están cambiando rápidamente.
Thomas Davenport, de Vermont, construye el primer motor eléctrico útil. Otros inventores, como Michael Faraday, ya habían construido pequeños dispositivos que se mueven con electricidad, pero los de Davenport son los primeros con potencia para realizar un trabajo real. Al parecer, utiliza uno de sus nuevos motores para accionar un pequeño carruaje.
El famoso inventor inglés Thomas Parker, llamado «el Edison de Europa», crea el primer coche eléctrico comercialmente viable. A diferencia de muchos otros inventos de Parker, como los tranvías eléctricos, el alumbrado subterráneo y un combustible sin humo llamado «Coalite», el coche despierta poco interés.
Karl Benz construye el Benz Patent Motorwagen, generalmente reconocido como el primer automóvil de combustión interna y precursor de todos los coches de gasolina actuales. Los coches eléctricos ya existen desde hace 50 años.
Motor de vehículo eléctrico
Aunque los vehículos eléctricos (VE) acaban de empezar a disputar al motor de combustión interna (MCI) el futuro de nuestras carreteras, los VE existen desde hace más de un siglo. La larga historia de los VE ha dado muchas vueltas.
Mucha gente no sabe que a principios del siglo XX circulaban más vehículos eléctricos que de gasolina. Sin embargo, este predominio quedó en entredicho cuando la cadena de montaje móvil de Ford hizo más accesibles los turismos. Ford, convencido de que la gasolina era más asequible que la electricidad, construyó un sistema de transporte basado en la gasolina que duraría más de cien años.
Aunque hubo quien jugueteó con la movilidad eléctrica en décadas intermitentes, no fue hasta los albores del siglo siguiente cuando los VE volvieron a ver la luz. Veinte años después, los vehículos eléctricos han vuelto con más fuerza que nunca.
La historia de los VE es un interesante relato lleno de giros que dieron lugar a esta tecnología naciente. Este artículo ofrece una visión general de la historia de los vehículos eléctricos, el estado actual de la movilidad eléctrica y lo que se prevé que depare el futuro a la revolución de los VE.
Historia del coche eléctrico
Los coches eléctricos llevan circulando casi dos siglos, pero los de gasolina tomaron la delantera tras la Primera Guerra Mundial. Tras varios cambios y evoluciones en la tecnología, estos vehículos se consideran el siguiente gran paso hacia una movilidad urbana más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Tras varios cambios y evoluciones en la tecnología, estos vehículos se consideran el siguiente gran paso hacia una movilidad urbana más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Pero, ¿por qué se inventaron y cómo han cambiado con el tiempo?
Los coches eléctricos surgieron como resultado de varios factores. Uno de los mayores avances tras la invención de la máquina de vapor a finales del siglo XVIII fue el ferrocarril, que facilitó el transporte a largas distancias. Sin embargo, el transporte individual de personas seguía relegado al uso de carruajes tirados por caballos, lo que impulsó a los industriales e ingenieros de la época a invertir tiempo y esfuerzo en encontrar una solución. Además, en el siglo XIX se produjo una gran revolución con la llegada de la electricidad, que transformó por completo la industria y, más tarde, la vivienda, el transporte y el espacio público.
Proporción de vehículos eléctricos
En 1832, Robert Anderson, un inventor escocés, fabricó el primer vehículo totalmente eléctrico. Estaba diseñado más como un carruaje que como un coche, debido a la evolución desde el coche de caballos que era su medio de transporte habitual. El carruaje funcionaba con pilas no recargables, por lo que, cuando se agotaban, había que cambiarlas. Tras este invento, Thomas Davenport lanzó en 1835 un pequeño vehículo propulsado por el primer motor eléctrico de corriente continua estadounidense. Antes de que Davenport lanzara la mayoría de estos modos, sus predecesores eran carruajes, por lo que este nuevo diseño supuso un gran avance y resultó mucho más práctico.
A medida que crecía la popularidad del transporte eléctrico, en 1859 se inventaron las baterías recargables, el único avance importante desde el lanzamiento del pequeño coche eléctrico de Thomas Davenport. En 1884 se produjeron dos mejoras importantes. En primer lugar, Thomas Parker construyó la primera línea de producción de coches eléctricos en Londres y, en segundo lugar, William Morrison introdujo un sencillo vagón eléctrico en Estados Unidos. Estas innovaciones hicieron que los vehículos eléctricos se hicieran muy populares y pronto se convirtieran en el método de transporte preferido, ya que no producían emisiones, eran muy silenciosos y fáciles de conducir.