Artículo sobre coches eléctricos
La popularidad de los vehículos eléctricos sigue aumentando gracias a la creciente concienciación de los consumidores, a la aparición en el mercado de muchos modelos nuevos y atractivos, y a que varias jurisdicciones están tomando medidas para reducir la contaminación y hacer frente al cambio climático. Las ventas están despegando en mercados importantes como Europa, China y Estados Unidos, y es probable que el crecimiento continúe en las próximas décadas. Con esta creciente demanda de vehículos eléctricos aumenta también la demanda de baterías. Debemos actuar ahora para crear cadenas de suministro de baterías sostenibles y garantizar que limiten los daños al medio ambiente y a la salud humana.
Afortunadamente, Estados Unidos ha empezado a tomar medidas para abordar algunos de los retos de la cadena de suministro de baterías, pero es necesario priorizar y financiar más para garantizar que podamos tener acceso a los minerales necesarios para acelerar la electrificación del transporte, sin poner en peligro la salud del medio ambiente y de las comunidades que a menudo son las más afectadas por la contaminación y los impactos del cambio climático. Entonces, ¿cuáles son estos retos y cómo piensan los responsables políticos en las soluciones?
Capacidad de la batería del coche eléctrico
La era del coche eléctrico ha llegado. A principios de este año, el gigante automovilístico estadounidense General Motors anunció que pretende dejar de vender modelos de gasolina y diésel para 2035. Audi, con sede en Alemania, tiene previsto dejar de producir este tipo de vehículos en 2033. Muchas otras multinacionales del automóvil han publicado hojas de ruta similares. La electrificación de la movilidad personal se está acelerando de una forma que ni siquiera sus defensores más acérrimos habrían soñado hace tan sólo unos años. En muchos países, los mandatos gubernamentales acelerarán el cambio. Pero incluso sin nuevas políticas o normativas, la mitad de las ventas mundiales de turismos en 2035 serán eléctricos, según la consultora BloombergNEF (BNEF) de Londres.Esta conversión industrial masiva marca un «cambio de un sistema energético intensivo en combustible a otro intensivo en materiales», declaró la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en mayo1. En las próximas décadas, cientos de millones de vehículos circularán por las carreteras con enormes baterías en su interior (véase «La electricidad»). Y cada una de esas baterías contendrá decenas de kilogramos de materiales que aún no se han extraído.
Celda de batería Ev
Las baterías son la parte más cara, la más importante y, sobre todo, la más controvertida de todo el coche eléctrico. Los detractores de los coches eléctricos suelen citar las baterías como el principal problema: además de su elevado precio, mencionan su corta vida útil, la necesidad de sustituirlas pronto, su insuficiente autonomía y la carga que suponen para el medio ambiente a la hora de reciclarlas.
Muchas de estas acusaciones fueron ciertas en su día, pero hoy distan mucho de serlo, y en este artículo nos centraremos en todos los aspectos mencionados. Primero exploraremos cómo se diseñan las baterías, cuáles son sus parámetros más importantes, nos centraremos en detalle en su capacidad, autonomía y vida útil, pero también en cómo cuidar la batería y qué ocurre con ella después de 15 años, cuando dejan de servir para su propósito original. Por último, para los curiosos, daremos un breve repaso al desarrollo de las baterías para vehículos eléctricos.
Las baterías para coches eléctricos varían de un fabricante a otro, cada uno de ellos produce baterías ligeramente diferentes en las que la reacción química tiene lugar de forma un poco distinta, pero básicamente todas están construidas de la misma forma a partir de celdas y módulos de batería básicos.
Vida útil de la batería del coche eléctrico
Una batería de vehículo eléctrico (EVB, también conocida como batería de tracción) es una batería recargable utilizada para alimentar los motores eléctricos de un vehículo eléctrico de batería (BEV) o un vehículo eléctrico híbrido (HEV). Suelen ser baterías de iones de litio y están diseñadas específicamente para ofrecer una gran capacidad de carga (o energía) eléctrica.
Las baterías para vehículos eléctricos se diferencian de las baterías de arranque, alumbrado y encendido (SLI) en que están diseñadas para suministrar energía durante periodos de tiempo prolongados y son baterías de ciclo profundo. Las baterías para vehículos eléctricos se caracterizan por su relación potencia-peso, su energía específica y su densidad energética relativamente elevadas; las baterías más pequeñas y ligeras son deseables porque reducen el peso del vehículo y, por tanto, mejoran su rendimiento. En comparación con los combustibles líquidos, la mayoría de las tecnologías de baterías actuales tienen una energía específica mucho menor, lo que suele repercutir en la autonomía máxima totalmente eléctrica de los vehículos.
El tipo de batería más común en los vehículos eléctricos modernos son las de iones de litio y polímero de litio, debido a su alta densidad energética en comparación con su peso. Otros tipos de baterías recargables que se utilizan en los vehículos eléctricos son las de plomo-ácido («inundadas», de ciclo profundo y de plomo-ácido reguladas por válvula), las de níquel-cadmio, las de níquel-hidruro metálico y, con menor frecuencia, las de zinc-aire y las de sodio-cloruro de níquel («cebra»)[1] La cantidad de electricidad (es decir, la carga eléctrica) almacenada en las baterías se mide en amperios-hora o en culombios, y la energía total suele medirse en kilovatios-hora (kWh).